martes, diciembre 11, 2007

THE ASYLUM, LA ESCALOFRIANTE FÁBRICA DE CHURROS

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Lo más gracioso de todo es que hace poco y llevados por esa fiebre de lava que antes nos hacía movernos recomendamos uno de sus productos. Desde aquí pedimos perdón por los daños que hayamos podido causar. Y ahora al lío.

-Hacemos dinero no arte-. Esta frase ,muy posiblemente, corone cada puerta de cada uno de los productores que comandan The Asylum, productora decidida a no gastarse más de 500.000 dolares por producto y que dispone de una base de herencia rica : Las explotation movies, un genero en sí siempre preñado de mucha basura, pequeñas joyas y, como no, gente lista. Roger Corman, Lucio Fulci o Sergio Leone son claros exponentes de cineastas sabedores de su talento para hacer cine aunque cómodos en el regazo de la explotación. Un subgénero siempre agradecido con el cine, unido a él como una lamprea, pero que siempre ha aportando...hasta ahora. Al final va a ser que los tiempos han cambiado, y han cambiado tanto una forma de hacer cine por un asunto sin puñetera gracia. De repente nos encontramos ante productos que ya no son siquiera un entretenimiento de tarde, no sirven ni como alimento cinéfago, no hay estomago por curtido que esté capaz de digerirlo...Y eso, no puede ser bueno. Un servidor, aquí presente comienza a cansarse de tirar de filmoteca para rellenar tardes, y todo por culpa de productoras como The Asylum, incapaces de hacer algo medianamente malo. Lo más curioso de todo, y esto indica como anda el asunto, es que si nos vamos a imdb y pinchamos en cualquiera de los churros fantástico-terrorificos de la productora, veremos como la puntuación otorgada por los espectadores es pírrica, hasta ahí normal y hasta lógico pero, si nos vamos a una película sobre el 11-S que se sacaron de la manga, asistiremos a una especie de milagro de panes y peces, los puntos que antes escasearon ahora se multiplican y salvan a un producto que está a la altura, ni más ni menos, del resto del catalogo...Así de bien se retrata el panorama. En fin, como soy gañán y me desdigo a cada paso, seguiré oteando el horizonte explotationero en busca de una isla que evite mi casi seguro ahogamiento.

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